viernes, 18 de mayo de 2018

Entre el éxito y el fracaso existe menos de un milímetro

Hace escasos días reflexionaba acerca de los distintos momentos que transcurren a lo largo de nuestra vida y de nuestra existencia. Especialmente me refiero a dos campos que van unidos de la mano, el profesional y el personal. –Aunque existen más y todos ellos de gran importancia interrelacionados entre sí-

Todos hemos vivido momentos de fracaso y momentos de éxito y felicidad.

De cada uno de ellos extraemos algo positivo y negativo, y no tengo la menor de las dudas que ambos marcan nuestra personalidad y nuestra forma de ver las cosas, nos dan un paradigma a través del que miramos, determinará el color de la cosas que observamos, pensamos y sentimos.

El fracaso aporta muchas cosas además de malas experiencias, pero tenemos que extraer algo que nos sirva como positivo.

Nos aporta enseñanzas, nos hace más vivos y nos permite saborear el éxito cuando se nos presenta. Sin el fracaso el éxito no existiría y gracias a él podemos seguir creciendo.

El éxito para muchos es la finalidad. Aunque en realidad no lo es. El verdadero éxito es el camino. Debemos saborear cada paso que damos, cada cosa que hacemos, cada día que vivimos y cada pequeño logro.

Entre el éxito y el fracaso existe menos de un milímetro.

El éxito es para los que no se rinden jamás, para los que no tiran la toalla ante la adversidad, para los que insisten un día tras otro, para los que ven las cosas como un reto. El éxito es para los fuertes porque se esfuerzan mucho más que la media. Y cuando no le quedan fuerzas para seguir se auto-motivan y siguen adelante entregando el total de energía de cada una de sus células, sin dudarlo ni un solo instante.

El éxito es para los que creen en ellos mismos.

Cada día cuenta sí, porque el éxito no es el resultado de lo que hagas un día en concreto sino por el contrario es la suma de cosas que sueles hacer. Por eso tus hábitos determinan tu futuro.

Me gusta poner ejemplos, cualquiera podría valer, pero me gusta ponerlos de mi sector, el sector inmobiliario.

A menudo observo a los agentes inmobiliarios, a los míos y a los de otras empresas. Con tan sólo observarlos un corto periodo de tiempo sé perfectamente si son o serán agentes de éxito y por consiguiente personas brillantes.

Las 5 pistas que arrojan los agentes inmobiliarios de éxito:

  • Son personas alegres porque disfrutan con lo que hacen. Trabajar en lo que realmente te gusta ya de por sí te hace feliz cada día.
  • Creen en sí mismos. Son personas cualificadas y preparadas. Se han formado y saben todo, absolutamente todo de su trabajo. Se identifican rápidamente cuando les escuchas hablar o dar su opinión. Tienen mucho criterio y toda mi admiración porque en este sector nos hace falta mucha gente como ellos.
  • Tiene una imagen impecable. Un agente inmobiliario de éxito cuida su imagen porque es su mejor tarjeta de presentación.
  • Muy importante. La cualidad que más admiro, y la que considero como “La Gran Clave del Éxito” No pierden el tiempo. Son prácticos. Saben cuáles son las actividades claves que generan negocio y las ejecutan con prioridad y eficacia. Todo lo demás no sirve para nada es una pérdida de tiempo. Dejan esas tareas para los mediocres.
  • Jamás se rinden. A veces te esfuerzas y las cosas no salen. Ellos a diferencia de la mediocridad no se vienen abajo, se crecen y marcan la diferencia.

Para terminar, quiero compartir con vosotros mi visión del éxito, porque cuando hablamos de éxito no sólo hablamos de dinero, existen cosas mucho más importantes.

Para mí existen 3 grandes recompensas:

  • Sentirte orgulloso de ti mismo. Esta se cumple únicamente cuando te has esforzado en hacerlo muy bien. Cuanto mayor sea el esfuerzo mayor será esa sensación de orgullo. Es equiparable a la de un deportista cuando consigue el logro.
  • Alguien reconoce tu esfuerzo y te felicita. Es la que menos se da. No podemos esperarla ni debemos hacer las cosas esperando esto, pero cuando ocurre es sin duda una gran recompensa.
  • La riqueza económica. La recompensa económica no siempre existe, pero en ocasiones es necesaria. Determina nuestras vidas aunque no necesariamente nuestra felicidad.

Esto es todo. ¿En qué lado quieres verte?. Sólo depende de ti